Gestion del territorio

Gestión del territorio

Hablamos de desastre o catástrofe cuando un fenómeno natural (Peligrosidad) afecta a una zona, a una región (Exposición) causando alteraciones intensas a las personas, a los bienes, a los servicios y al entorno (Vulnerabilidad), excediendo la capacidad de respuesta de la comunidad o sociedad afectada. Para que esto no suceda es necesario realizar una planificación correcta del territorio según los fenómenos naturales que pueden afectar a cada zona en concreto.

A la sociedad actual le falta pedagogía del riesgo que incida en el campo de la prevención en todos los niveles de la sociedad. Debemos de saber autoprotegernos, y por este motivo, le ofrecemos nuestra experiencia en la gestión del territorio a partir de la zonificación del terreno frente a los distintos riesgos geológicos que pueden afectarle.


Es fundamental aprender y aceptar la convivencia con unos niveles de riesgo natural tolerables (el riesgo zero no existe). Hace falta conocimiento, tecnología, información, educación y reglamentación; en otras palabras, hace falta concienciación. En este sentido le podemos brindar todo el apoyo necesario para que pueda convivir con el riesgo de la mejor forma posible, evitando la incursión en zonas de alta peligrosidad, y gestionando el territorio para evitar que se invadan zonas potencialmente peligrosas.


Los fenómenos que acontecen en el presente pueden haber producido los mismos efectos en el pasado y pueden producirlos también en el futuro. Este principio sólo es válido bajo unos condicionantes geológicos y geomorfológicos homogéneos, y siempre bajo un mismo contexto morfoclimático. Este principio aplicado a la inestabilidad en vertientes se traduce en que las inestabilidades futuras se producirán probablemente en las vertientes en las que ya ha habido inestabilidades en el pasado, y con mayor probabilidad en las zonas donde éstas se han dado con mayor frecuencia .


Esto no significa que no puedan producirse fenómenos en zonas donde anteriormente no se hayan producido; si cambian las condiciones geomorfológicas de una zona, puede cambiar también su estabilidad.


Según los modelos predictivos de cambio climático, analizados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPPC), las precipitaciones tienden a estacionalizarse cada vez más, ya ser éstas de carácter tormentoso y localizadas en el espacio, lo que hace pensar en episodios de intensas y localizadas precipitaciones en el futuro, por lo que fenómenos aluvionales / riadas / inundaciones, etc. pueden ser más frecuentes en el futuro, así como los deslizamientos de tierras. Se está observando cada vez más un bipolarismo estacional extremo, pasando de frío intenso a calor extremo de forma brusca.


Teniendo en cuenta estos modelos predictivos, la zonificación tiene especial importancia en el análisis de aluviones / riadas / inundaciones ... por un lado, y en la localización de zonas susceptibles a generar deslizamientos y desprendimientos rocosos por otro.

 


Objetivo


Gestionar el riesgo en zonas urbanizadas o potencialmente urbanizables expuestas en distintos fenómenos naturales


El procedimiento propuesto consiste básicamente en:


  1. Zonificar el terreno según clases de peligrosidad.
  2. Atribuir un significado de los niveles de peligrosidad según sus posibilidades de urbanización: Mapa de edificabilidad


Método de evaluación de la peligrosidad basado en técnicas multidisciplinares: geomorfología y análisis numérico.



Resultado


Clases de terreno según su edificabilidad:


  1. No edificable: Destinado a la instalación de medidas de protección.
  2. Edificable con actuaciones de protección
  3. Edificable con actuaciones leves
  4. Edificable sin restricciones



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